Pa' la abue

Sin titulo
...lo escribí la noche del dia que enterramos a mi abuela



puse estas lineas juntas unas horas depues de que enterramos a mi abuela... ya van siendo 4 años de este evento y a veces la herida aun duele...

...

Increíble me dije a mi mismo, mientras caminaba absorto por la noche tan clara que peculiarmente me invadía y me acompañaba por dentro a paso cansino, casi como si no quisiera que avanzara.
Increíble, uno camina y camina y no avanza… y es que a lo mejor no estoy caminando si no más bien es la noche la que avanza y yo estoy quieto como una piedra o como un arbusto de la vera… Todo es relativo pienso y sonrío al ver que alcance un recodo del camino casi sin darme cuenta. Y pensar que hace unos días atrás ni en el más delirante de mis sueños hubiese emprendido esta caminata y es que nada presagiaba la extracción casi obligada de la comodidad de mi casa… Mi casa, que jodido es el concepto ese cuando comprendes que tu casa es mas que esas deslustradas paredes que encierran por sus cuatro costados el hábitat de tu familia... Mi casa… y a pesar de haber comprendido la ineluctable realidad, aun no puedo dejar de pensar en ella, en ellos, pues si, tal cual, pues mi casa es mas que esas cuatro paredes viejas, también lo es la gente que habita en ellas, las plantas, la tierra y por que no el perro también, ese ser pequeñito, blanco y peludo... bueno seamos justos, ese ser mediano, blanco y peludo... eso le hace mas justicia.
Ese día fue muy extraño... el día que llegó el perro, quiero decir.
Hace algunos meses habíamos perdido irremediablemente a nuestra anterior perrita y aun llorábamos su ausencia, cuando una tarde, como a las 3, lo recuerdo bien, acompañada de mi madre, mi hermano entro a la casa con una expresión casi de ternura y de dentro de su chamarra saco una bola blanca de pelo, chiquita, chiquita, no mas grande que una de sus palmas y con una naricita negra como el carbón.
Eso fue todo, ese día comprendí con tétrica transparencia que un nuevo ser nos había robado el corazón, los pulmones, el hígado, la vesícula y todas las chunchulas circundantes y que mas pronto que tarde iría a convertirse en parte ineludible de la casa.
Y es que así de facilito se forjan los lazos. Con una mirada correcta, a veces una palabra, un sentimiento compartido y por que no decirlo con una naricita negra como el carbón… Como en “El Principito”, con rituales, con cariño, con dedicación, con la simplicidad de las cosas elementales.
Cuando logras comprender esto tan fácil, zas! Estas jodido, de seguro te domesticaron y tendrás un nuevo inquilino en tu corazón con el que de seguro compartirás tiempos y espacios invalorables.
-          Ja! Una nueva colina superada y casi sin darme cuenta, después de todo este camino y esta caminata no esta tan difícil…
El tema con el cariño no es tan sencillo como parece, uno en realidad no se lo confiere a nadie, ni aunque este te lo reclame, es más bien como una especie de retribución a otro cariño igual, pero proporcionalmente diferente, es decir, complementario. Como los imanes o el magnetismo y todo ese cuento de los polos y los apuestos que se atraen… jejeje, me puse técnico… o mejor dicho dialectico, el punto es que eso de querer a las personas tiene sus bemoles. Y ni que decir del amar… ahí si esta peluda la cosa.
A decir verdad yo aun no comprendo bien el asunto ese… quizás solo lo barrunto un poquito y es que hace algún tiempo comprendí de la manera mas dura ese refrancito odioso de que uno cuando ama debe dejar en libertad al objeto de su amor…
-          A carajo un barranco!!! y casi no lo veo… por que cielos no traje una linterna?
-          Bueno, al mal paso darle prisa…
Uno no entiende cuanto ama a una persona hasta que esta se va no mas… jejeje, otro aforismo odioso… pero ojo! Que no me refiero a la parejita de adolescente con la que tomados de la mano se creían invencibles y dueños del universo y de sus verdades... nada mas lejano a esa triste fotocopia de novela barata. Me refiero a cuando pierdes de verdad a alguien que amas… me refiero a perderla, perderla.
-          Condenados barrancos… por que cielos no ponen señalizaciones o señalan estas cosas en los mapas?
Como con mi abuela, ese ser viejito lleno de achaques, mañas y hábitos que solo 90 y tantos años te confieren y que hacen de tus burreras tu nueva personalidad.
Ella era una viejita llena de cosas, a veces graciosas, a veces fatigantes, pero eso si, dignas de verse y comentarse… con la familia claro, tampoco era cosa de andar gritando a los 4 vientos que tu abuela estaba tan senil que decía que todos los días alguien entraba a su cuarto y le revolvía sus cosas, siendo que ella día antes las había cambiado de lugar… que jodida es la vejez.
… A su manera era ella un ángel con arrugas, y no es que los ángeles sean esos seres amariconados con falditas y alas blancas con plumas de cisne. Si no acuérdense del señor muy viejo y con alas enormes del gran Gabo.
Digamos que mi abuelita era un poquitín así. Llena de accidentes y lagunas y ríos y montañas… y lagunas, pero eso si llena de cariño…
Por eso esa mañana de febrero a las 9 menos cuarto cuando el jefe decidió que ya era hora de que su espíritu descanse, comprendí  tan agónicamente como si me hubieran dado una buena patada en los huevos, que amaba a mi abuela.
Y ese día las cosas cambiaron íntimamente, no se si por el dolor, o por la ausencia.  Pero a partir de ese momento el refrancito odioso ese empezó a cobrar sentido. Mi abuela me amaba… creo que por eso se fue... bueno, por eso y por que la vida ya le pesaba mucho…
Yo me despedí llorando quedito, arrodillado a lado de su cama y le dije muy bajito que la amaba, le di un beso en la frente y ese día comprendí que amaba a esa mujer mucho mas de lo que yo mismo quise admitir alguna vez.
Se que ella lo sabe, pues también ese día comprendí que ella en realidad nunca se fue, aun esta por aquí dentro compartiendo alguna pastillita de mantequilla con mis recuerdos y con mi mas intimo fuero.
Claro que quisiera cerciorarme de que ella lo sabe, no porque desconfíe de mis propias afirmaciones, si no por esa tontería comprobatoria que tenemos los seres que vivimos en este plano y con la que intentamos justificar nuestra ignorancia. Pero a pesar de todo por las noches, cuando ya todos están durmiendo y los recuerdos me asaltan antes que el sueño, cierro los ojos y me imagino a mi mismo poseedor de un teléfono mágico conectado “al otro lado de la cerca”
-          Aló?
-          Si, aló, dígame en que puedo servirle?
-          Buenas noches señorita... este... seria posible hablar con mi abuelita?
-          Claro que si, dígame a que nube la hago la conexión?
-          A la nube numero nueve, esa pequeñita que esta al fondo detrás de la estrellita chiquita
-          ... un segundo por favor…
-          Tut… tuuut... tuut
-          Hola?
… Y hablo y hablo y hablamos…
Por eso se positivamente que ella esta, aquí, pero del otro lado y yo se que ella sabe que yo se que sabemos que nos amamos… jejeje, ya me hice bolas.
En fin… hechas las confesiones y descargos de rigor debo concentrarme en caminar pues pronto amanecerá y el sol no debe pillarme caminando aun.
Dios aprieta, pero no ahorca.

Jzo.

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